domingo, 21 de febrero de 2016

Patridemonios y Tabúes. El más reciente caso de la fábrica azucarera de Nuestra Señora del Pilar de Motril

Ha tenido que ser la Madre Naturaleza (de nuevo, no escarmentamos), en forma de temporal y borrasca, la que nos haya tenido que dar un toque de atención sobre el grado de ácaros, óxido y grietas acumulados en buena parte de nuestro Patrimonio. En esta ocasión le ha tocado a uno de los valiosos ejemplos de Patrimonio Arqueológico Industrial que salpica nuestro territorio: la fábrica azucarera del Pilar de Motril, la cual, como buena parte de sus “hermanos” industriales, goza de ese lustre mortecino que caracteriza a los trastos viejos acumulados en el acertadamente llamado Trastero. Finalmente, y debido al peligro de derrumbe de su chimenea, la Administración competente se ha puesto manos a la obra para tapar una nueva cicatriz y evitar males mayores para la población. Pero, ¿y después?.... hasta la siguiente cicatriz, seguramente. 


¿Realmente somos conscientes de que tenemos bajo nuestros pies, y al alcance de nuestra mano, uno de los Paisajes Históricos más importantes y con carácter propio de Europa? La respuesta es NO. Y no lo somos porque quien nos tiene que redirigir la atención para que seamos capaces de verlo, apreciarlo y gozarlo no hace por recuperarlo, mantenerlo y mostrarlo. ¡El eterno rifi-rafe entre las variables Inversión y Rendimiento cortoplacista!

Somos herederos de un legado histórico y cultural desde tiempos remotos, en el que se ven representados los principales periodos históricos de nuestro país y de nuestra región, no sólo en yacimientos arqueológicos, monumentos o edificios emblemáticos, también en construcciones como la que hoy nos tiene ocupados: un Patrimonio Industrial considerado puntero dentro de su categoría a nivel andaluz, español y europeo. Tenemos un coche en el garaje cogiendo polvo.



En este caso, la fábrica azucarera de Ntra. Sra. del Pilar de Motril representa uno de los principales bastiones del Patrimonio Arqueológico Industrial, no sólo de nuestra provincia sino del conjunto del Estado, tanto por su relevancia e impacto socio-económico en el territorio en el que se asienta, como por sus características técnico-constructivas y por la maquinaria que en la actualidad todavía conserva. Un privilegiado testimonio del fallido intento industrializador granadino y andaluz de finales del siglo XIX.

A pesar de ello, en nuestra región se ha conformado un Paisaje Industrial vinculado al cultivo de la caña de azúcar, heredero de los trapiches e ingenios preindustriales de época andalusí, y especialmente moderna, que se ha mantenido vivo hasta 1980.


El origen de la Fábrica del Pilar cabe buscarlo dentro del proceso de industrialización desarrollado en la provincia de Granada en el último tercio del siglo XIX. Con la construcción en Motril de la Fábrica de Ntra. Sra. de la Cabeza (“La Alcoholera”, en 1855) y de la Azucarera de Ntra. Sra. del Rosario en la vecina Salobreña (1861), se inaugura este periodo industrial granadino dedicado al procesado del azúcar, el cual contará con dos focos:
  • En la Vega granadina, donde se levantan el Ingenio de San Juan (1882), la Azucarera de San Isidro (1901), la Azucarera del Genil y la del Señor de la Salud (ambas en 1905), todas ellas dedicadas al procesamiento de la remolacha azucarera.
  • En la vega de Motril-Salobreña, con una tradición azucarera desde época medieval, se reactiva el tejido preindustrial de periodos anteriores. Es en este contexto que se erigen las fábricas referidas anteriormente, junto a las de Ntra. Sra. de las Angustias (“La Fabriquilla”, 1868), Fábrica de San Fernando (1881), Ntra. Sra. del Pilar (1883) o la de Sta. Isabel (1890), entre otras muchas.
En el caso concreto de nuestra Azucarera del Pilar, ésta fue diseñada por el renombrado arquitecto D. Francisco Giménez Arévalo e inaugurada en 1883. Tras diversas reformas y ampliaciones en la primera mitad del pasado siglo XX, ha estado en funcionamiento hasta 1984. El buen estado de conservación estructural y de su contenido tecnológico, junto a su inserción dentro de un conjunto y paisaje patrimonial industrial de gran relevancia para el territorio del bajo Guadalfeo, le valió su inscripción en el Catálogo General del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, dentro de la Categoría Arquitectónica y Etnológica (Código 01181400004, BOJA 28/11/1996). Además de contar con su correspondiente protección dentro del PGOU municipal y de estar propuesta para Bien de Interés Cultural en 1991.

Se trata de una construcción de planta poligonal y realizada mediante ladrillo macizo. La esbelta chimenea, una de las que caracterizan el skyline motrileño, presenta idéntica factura constructiva, formando verdugadas y rematada con aros de ladrillo, igualmente macizo. Un primer hito en su conservación lo representó la paralización de desmonte y traslado de su maquinaria por parte de la Sociedad General Azucarera, y su posterior catalogación dentro de las principales categorías jurídicas y cautelares que la legislación vigente permite y ampara.


Y es que, el complejo industrial y la maquinaria que encierran sus muros (nueve máquinas de vapor de distintas tecnologías y épocas tecnológicas y un tren de molinos, considerado como único en España por su tecnología e impresionante tamaño) la sitúa como uno de los complejos industriales más significativos de toda Andalucía y uno de los cinco más importantes de España, según criterio de la Asociación Española para el Patrimonio Industrial y la Obra Pública.


Si bien es verdad que han sido muchos los esfuerzos respecto al Patrimonio Industrial motrileño, teniendo en cuenta que la vega del Guadalfeo es la zona de Europa con mayor concentración de restos fabriles y máquinas de vapor del siglo XIX, no está de más apostar por potenciar este filón patrimonial, recuperando y poniendo en circulación todo este material único. Máxime gozando de una atracción turística importante que cada vez es menos estacional, y los múltiples y variados atractivos potenciales que ofrece la región (¡¡Sierra Lújar Parque Natural YA!!).

En ese sentido, es de vital importancia dar el impulso definitivo al Plan Director que proyecta la rehabilitación de este complejo fabril de Ntra. Sra. del Pilar, para que albergue el futuro Museo Industrial del Azúcar. Un Proyecto de Museo que pretende mostrar mediante elementos audiovisuales, tecnológicos y espacios interactivos, todo el proceso de producción azucarera, al mismo tiempo que expondrá el patrimonio industrial que constituye todo el complejo fabril, con un conjunto tecnológico y de maquinaria excepcional por su rareza y antigüedad, como ya se ha referido.


Sin duda, una nueva variable cultural de primer nivel que se hace necesario añadir a la eterna oferta del Sol, Playa y Flamenco. No sólo por su innegable aportación al desarrollo socio-económico del municipio y de la región, si no porque ésa es la mejor manera de mantener vivo y sano nuestro Patrimonio, siguiendo la máxima taoísta de que el agua que se estanca, se pudre.


José María García-Consuegra Flores.
(Imágenes extraídas de http://mirablogdegranada.blogspot.com.es/2012/09/fabrica-azucarera-nuestra-senora-del_27.html)